El pasado día 25 de Mayo tuvo lugar la CNX , en Cortes de la Frontera. Una prueba que en el
corto periodo de tiempo, 4 años, se ha consolidado en el calendario de todo
amante de la naturaleza y del ciclismo de montaña.
Contando un poco mi experiencia, todo comenzó hace 4 años,
cuando en la semana santa del 2010, vi un cartel anunciador de la prueba, el
cual me llamo mucho la atención por el entorno donde se desarrollaba.
Mi primera participación no fue del todo bien, con muy poca
preparación “me estrelle”, pero tal fue mi placer de recorrer aquellos parajes,
que me enganche a la CNX.
Al año siguiente en el 2011 volví, ya con una mejor
preparación y comencé a disfrutar la CNX . En el 2012 conseguí
enganchar a mis dos compañeros de fatigas José Luís y Juan Pedro y también a David Mariño, Antonio Banderas,
etc…. los cuales ya están esperando que pase el año para volver a Cortes.
Todo comenzó a las 7:30 de la mañana cuando cargamos
nuestras burras en el coche y pusimos rumbo a Cortes de la Frontera , una vez allí recogimos
nuestros dorsales y nos encontramos con David y la compañía, echamos un buen
rato de risas antes de la salida.
Una vez tomada la salida nos desperdigamos un poco, por el follón
de gente que había, los que íbamos delante aflojamos la marcha para reunirnos
de nuevo y hacer casi todo el recorrido juntos y pasándolo de lo lindo, entre
risas y bromas.
Afrontamos la primera bajada de las Buitreras, para poco a
poco adentrarnos en el parque de los Alcornocales, por donde transcurre toda la
prueba.
Después de los primeros 20 km ya va haciendo falta
reponer fuerzas, y es justo en ese km donde nos encontramos el primer
avituallamiento. Todo lo que se diga de él es poco, tienes donde elegir, tanto sólido
como líquido. Tras comer y beber algo, nos reunimos de nuevo todos, ya que en la última
subida, antes de llegar al avituallamiento, se había disuelto el grupo.
Continuamos nuestra marcha por un entorno de lo más
pintoresco, alcornoques, helechos, y un largo etcétera, puesto que no somos
botánicos para describir cada tipo de planta y árbol que nos encontramos a
nuestro paso.
Entre el km 26 y aproximadamente el 40 casi toda la ruta es
cuesta arriba, con ligeros descansos, donde recuperar el aliento. Hay una zona
en este tramo que a mi sinceramente me encanta, donde los días claros puedes
divisar toda la costa y en especial el peñón de Gibraltar, aunque este año no
lograra divisarlo por no estar el día muy claro.
Y es ahí en ese km 40 donde nos encontramos con otro
avituallamiento, y cuando digo avituallamiento, no me refiero solo para el
ciclista, sino también para nuestra bici. Te encuentras a los chavales
voluntarios pendientes de ti en todo momento; que si te sujeto la bici; que si
te engraso la cadena; ¡oye toma un vaso de acuarius! ¿Quieres agua?, dame que
te relleno la mochila….
Una vez más¡¡ GRACIAS!!
Después de reponer fuerzas, todavía continuamos subiendo un
par de kilómetros más, hasta llegar al cruce de la eterna elección, ¿¿60 km o 70 km ??. En este caso fueron
60, el año que viene todo se andará.
Tras pasar el cruce, todavía hay que seguir ascendiendo
hasta llegar a la cumbre, una vez allí todo es bajada, prácticamente hasta el
km 50 más o menos.
En este último tramo nos encontramos con dos bajadas de las más
peligrosas de todo el recorrido; por cierto, recordarles a todos los que se
quejan de que este año estaba el terreno muy mal, de que estamos ante una
carrera no competitiva y que se puede llevar otro ritmo a la hora de pasar por
esos tramos algo más “técnicos”.
Volviendo al tema de las 2 bajadas peligrosas, decir que
estaban bien señalizadas y con precaución se resuelven bien.
Sobre el km 50, penúltimo avituallamiento antes de la subida
de unos 4 km
hasta la carretera que nos llevara de nuevo hasta Cortes, donde se encuentra la
meta.
Creo que viene al caso contar una anécdota de uno de los
saltalindes,
puesto que rompió la tija del sillín, (y ya van dos….), y os podéis
imaginar como hizo la última subida y el descenso hasta Cortes….Por cierto que
nadie se rió de él, más bien decir que hizo una proeza al terminar con esa
incomodidad de ir prácticamente sin poder estirar las piernas a la hora del
pedaleo, chapó.
Y tras esa última subida, que vaya subida, a disfrutar del
descenso hasta la meta, no sin antes subir la última cuesta justo antes de la
llegada.
Después de pasar por la ducha, por esa agua calentita, nos
disponemos a dar buena cuenta de esa merecida comida a base de pasta y carne en
salsa con patatas. Y sobre todo de la cervecita bien fresquita.
Seguro que el año que viene, si dios quiere, volveremos a
esta fantástica carrera.
Los Saltalindes con David Mariño, Bono y Moreno |
Nuestro amigo Antonio Banderas |
En estos enlaces podeís descargaros las fotos.
Una competición muy dura por lo que se ve Juan, es menester que se haga alguna en Setenil algún día, con la afición a la bicicleta que hay en Setenil seguro que seria todo un éxito, un gran saludo para los saltalindes.
ResponderEliminarque makina juan, esto en vez de un blog parece una revista profesional...un abrazo david mariño
ResponderEliminarGracias por vuestros halagos, se hace lo que se puede.
ResponderEliminarRafa, es una prueba no competitiva y que cada uno la hace lo dura que quiere, pero la verdad es una maravilla.