Como diría alguno que yo me sé,” te ha tocado hacer el
resumen por bocazas” jejejeje
No podía ser menos, puesto que he sido yo el “culpable” de
este embrollo.
Ya hace algún tiempo que vengo detrás de mis compis
machacando con el 101, que si vamos a hacerla este año, que tengo muchas ganas de
hacerla, que ya toca……. La cuestión es que los convencí. Siempre me ha llamado
la atención esta gran prueba de esfuerzo y sufrimiento, pero, unos años la
romería, otros años trabajo y siempre he tenido alguna excusa para no
realizarla y digo una excusa porque en realidad me daba mucho respeto y no me
sentía capaz de participar.
Y dicho y hecho, 2015 ha sido el año que le he echado valor.
Un par de días antes de la prueba, nuestro compañero José
Luis, nos comenta que no ha querido decirnos nada antes, pero que está con un
lumbago de dos pares, que está con tratamiento, pero que lo ve negro poder
participar. Le damos todos los ánimos posibles, pero no pinta bien. El viernes
por la noche nos dice que lo va a intentar pero a ver como se levanta. Quedamos
a las 8 en irnos para Ronda, para poder aparcar sin problemas. Cuál es mi
sorpresa que José Luis dice que se encuentra bien, dentro de lo que cabe y que
va a participar si puede hasta el final.
Aparcamos el coche y nos vamos calentando piernas hasta el
campo de fútbol donde está la salida. Ya los nervios, no sé si de novato en
estas lides, van apoderándose del cuerpo, aunque lo nuestro no sea competir, si
no pasar el día lo mejor posible y acabar la prueba. Se nota el ambiente en las
calles, nos vamos acercando al punto de partida y cada vez nos vamos juntando más
ciclistas. Una vez dentro, te das cuenta de que se es un privilegiado el tener
plaza y estar entre tantos deportistas juntos. Nos encontramos con los
compañeros del club de San Pedro 29seis70, y nos quedamos con ellos para
afrontar la salida, después de hacernos alguna foto.
Casi sin darnos cuenta llega la hora del “chupinazo” y
comenzamos a afrontar el 101. Casi 10 minutos después, salimos del campo de fútbol.
¡¡¡Que ambientazo, que de ciclistas y que de gente animando!!!
Parecen que se pasan en segundos llegar a la Planilla, punto
donde comienza en realidad la prueba.
La inercia en los primeros kilómetros hace que vayamos mas “rápido” de lo hablado,
pero entre tanta multitud es prácticamente imposible ir a otro ritmo.
Juntos de principio a fin, esa era nuestra norma, por así
decirlo. Nada de competir y nada de llegar unos antes que otros, solo a
intentar disfrutar.
Recinto ferial, carril de coca, navetas, circuito de
velocidad, arriate y llegamos a las salinas. Territorio más que conocido por
todos los de la zona, pero irreconocible con la 101. Unos que se bajan, otros
que se caen, otros que no se apartan, otros que intentan meterse por huecos
físicamente imposibles…….. y así intentar llegar hasta arriba.
Paramos en el primer avituallamiento del Polear para
refrescarnos un poco y continuamos hacia Alcalá del Valle, subimos el conocido
tajo Melchor, aquí sin problemas puesto que la gente se aparta y pudimos
subirlo montados.
Nos volvemos a juntar para entrar en Setenil. Una vez
llegados a este punto, las sensaciones son indescriptibles. La entrada en las Cuevas
del Sol te pone la piel de gallina, aunque antes de llegar ahí, nuestro
compañero Juan se llevo una gran sorpresa….
Salimos de Setenil con las pilas cargadas después del apoyo
de amigos y familiares, desde aquí comienza en realidad los 101 km.
Afrontamos la subida a los montecillos y la subida del
Charco a paso tranquilo, más que nada en este último punto, por ser imposible
por la cantidad de ciclistas que van bajados de sus bicis, aunque a duras penas
conseguimos llegar al final de la subida sin poner pie a tierra. Bajamos el
bigote de la zorra y sin darnos cuenta estamos en el cuartel de la Indiana, paramos a reponer fuerzas con ese
caldito de pollo que sienta tan bien, aunque algunos no tanto…..
Continuamos en dirección a la
Ermita, aquí sí que hay que echar pie a tierra y subir empujando “las burras”.
Durante todo el día hizo calor, pero en esta subida y en el sendero de la
Muela, es donde a mi parecer más se notó.
Bajamos hacia Benaoján y pasamos por
la estación, llegando al citado sendero. Subida la Muela, dirigimos nuestra
mirada hacia Ronda, ¡ya está ahí!, la cuesta del cachondeo se sube aunque sea
arrastrándonos.
Hacia la mitad de la cuesta, decidimos bajarnos, ya que hemos
llegado hasta aquí sin problemas, no nos complicamos. Aunque uno de nosotros
está muy fuerte
No es tan fiero el león, como lo pintan. |
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